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martes, 22 de abril de 2014

¿Y una franquicia…? Los errores más comunes del franquiciado.


 Este título alude a una pregunta que se formulan muchas personas con inquietudes emprendedoras  pero que no disponen de una idea/proyecto de empresa bien definido que llevar a la práctica. La franquicia soluciona ese problema proporcionando al emprendedor una idea de negocio perfectamente definida, hasta en sus más mínimos detalles y que, supuestamente, funciona.
 En términos muy genéricos, podemos definir la franquicia como fórmula  de colaboración entre dos partes jurídicamente independientes (firma franquiciadora y franquiciado) que adopta la forma de un contrato en el que la empresa franquiciadora cede al franquiciado el derecho a utilizar su marca comercial y su "saber hacer" empresarial (Know how) por un tiempo limitado y en un área territorial determinada, a cambio de una contraprestación económica que el franquiciado se compromete a hacer efectiva.
En cumplimiento de su obligación de ceder el know how del negocio, la firma franquiciadora pone a disposición del franquiciado toda la información relativa a la puesta en marcha del mismo y a su gestión posterior. Esta información suele ser exhaustiva, descendiendo al máximo nivel de detalle en aspectos tales como:
-ubicación, tamaño del local, decoración, atmósfera.
-número mínimo de empleados (incluyendo a veces proceso de formación).
-Descripción minuciosa de los procesos de gestión interna relativos a la  producción (proporcionando la materia prima o los productos que se han de vender, en su caso) y venta del bien  o servicio de que se trate.
Con mucha frecuencia,  la franquiciadora condiciona la firma del contrato y su continuidad posterior a que el franquiciado se comprometa a la observancia de todos estos aspectos que configuran el negocio y su funcionamiento, incluyendo cláusulas de resolución del contrato para el caso de que el franquiciado, a modo de ejemplo, .
Además de prestar una labor continua de apoyo y/o asesoramiento al franquiciado, la firma franquiciadora suele comprometerse a desarrollar acciones de marketing para impulso/refuerzo de la imagen de marca, que benefician a toda la red de franquiciados. Por lo que se refiere a la contraprestación económica del franquiciado,  existen diversas fórmulas; la más habitual consiste en el abono de una cantidad inicial o canon de entrada que se abona a la firma del contrato.  
Además de la utilización de la marca y de toda la información sobre la puesta en marcha y gestión del negocio, el pago del canon de entrada suele proporcionar al franquiciado el derecho a:
-el sofware de gestión.
- el proyecto de adaptación del local.
-la formación inicial para gerente y empleados.
-la campaña de lanzamiento del local en la zona.
Evidentemente, el canon de entrada es mayor cuanto mayor sea la proyección y la penetración en el mercado de la marca franquiciadora. Otro criterio que puede determinar el importe del canon de entrada es el “ámbito territorial de exclusividad” que el franquiciador reconoce al franquiciado.
Junto al canon de entrada, algunas franquiciadoras exigen una contraprestación periódica o “royaltie”
 El mundo de la franquicia no tiene límites al igual que no los tiene la creatividad humana. Existen franquicias sobre cualquier tipo de actividad/sector que podamos imaginar, desde las más habituales (hostelería, alimentación, moda, fitness, servicios profesionales, sector inmobiliario) hasta centros de enseñanza de matemáticas (Kumon) clínicas dentales  o entrenamiento físico intensivo al aire libre (Boot Camp Fitness). 
Todo tipo de negocio que pueda ser concebido puede ser convertido en una franquicia.
Siguiendo el reciente libro de Juan Luís Miravet, titulado ¿Por qué fracasé con mi FRANQUICIA?, hacemos referencia seguidamente a algunos de los errores más comunes de quienes se lanzan al emprendimiento de la mano de una franquicia
o    Error 1. Meterse en algo sólo por necesidad de contar con una fuente de ingresos, pero sin pasión ni ilusión.
o    Error 2. Pasarse de entusiasmo, contarse el cuento de la lechera; el papel lo aguanta todo pero la realidad es muy distinta.
o    Error 3. Ser un pardillo y creerse todo lo que cuente el franquiciador, sin contrastar esos datos ni conseguir toda la información posible antes de tomar la decisión definitiva.
o    Error 4. Equivocarse al elegir el perfil de la franquicia y el sector de actividad.
o    Error 5. Ser a la vez director general y fontanero. No saber externalizar las actividades/tareas menos relevantes para el negocio.
o    Error 6. Elegir el local equivocado: la localización suele ser la clave del éxito de muchos negocios. A veces es una cuestión de algunos metros más allá…en una esquina más visible.
o    Error 7. No tener en cuenta el efecto ciudad grande y ciudad pequeña; se trata de entornos distintos con perfiles de cliente diferentes.
o    Error 8. Elegir el personal inadecuado; es una de las claves del funcionamiento de un negocio.
o    Error 9. No conseguir que su tienda tenga alma y transmita vida.
o    Error 10. Contar con el/los socios equivocados (discrepancias, conflictos..)  cuando se  podría funcionar perfectamente sin ellos.
o    Error 11. Elegir un tipo de negocio  demasiado estacional.
o    Error 12. No cerrar a tiempo y dejar de perder dinero cuando se ha constatado que el negocio no funciona.

Como conclusión final, señalaremos que la principal ventaja de la franquicia consiste en reducir el margen de riesgo de quien quiere iniciar su propio negocio. Las estadísticas muestran que el índice de supervivencia de los negocios iniciados por cuenta y riesgo de iniciativas emprendedoras individuales, cierran en un 70% antes de un año de vida, frente al 20% de cierres en franquicias.

Algunas páginas de especial interés con relación a la franquicia.

http://www.infofranquicias.com
http://www.mundofranquicia.es